Reseña por: Christian Zayas
Annabelle: Creation, otra adición para una de las mejores franquicias de horror de los últimos años y lo que se le podría considerar como el Conjuring-verse. Luego del éxito en taquilla del spin-off Annabelle (2014) con un presupuesto de aproximadamente 6 millones y una recaudación mundial de sobre 250 millones de dólares, era de esperarse que una secuela estaría en planes a pesar de las malas críticas que obtuvo. La diferencia es que esta no decepciona.
Gracias a sus habilidades fílmicas, su apreciación hacia el género del Horror/Suspenso y una lista de varios cortometrajes en su canal de Youtube que demuestran lo dicho, David F. Sandberg se sienta en la silla de director nuevamente luego de su debut en el mismo puesto para la película Lights Out (2016) que también fue un éxito en taquilla y con una recepción decente.
La historia explora los orígenes de la muñeca aterradora que hizo su primera aparición en los primeros minutos de The Conjuring (2013) y conectando a los hechos ocurridos en Annabelle (2014). Luego de un trágico accidente que cobra la vida de su hija “Bee” (Samara Lee), los Mullins (Anthony LaPaglia & Miranda Cotto) reciben en su casa a un grupo de niñas y a la hermana Charlotte (Stephanie Sigman) debido al cierre de su orfanato. Es aquí cuando conocemos a Janice quien está parcialmente discapacitada y a Linda, dos mejores amigas con el anhelo de ser adoptadas juntas algún día. Aunque los primeros minutos podrían ser un poco lentos para algunos, Sandberg hace un buen uso de su tiempo para la introducción de los personajes, misterios sin resolver y un ambiente aislado de cualquier ayuda inmediata. Como es de esperarse, a pesar de las advertencias del Sr. Mullins de no entrar al único cuarto de la casa que está completamente cerrado y prohibido, “la curiosidad mató al gato”. Es aquí cuando comienza el suspenso y no se detiene inclusive al final. David F. Sandberg utiliza la combinación de métodos prácticos y digitales para asustarnos, así como también tiros de cámaras que nos recuerdan un poco a la técnica de James Wan; tiros cercanos o amplios para buscar algo inusual o aterrador que no vemos a simple vista y cuando finalmente lo vemos, ¡Boom! El susto.
A pesar de no llegar al nivel de su antecesora por unas pocas escenas predecibles, a veces la lógica se va de paseo porque funcionan con un “plot device” y algunos personajes que pudieron tener más tela para cortar; Sandberg logra hacer de esta película una digna de ser parte del mismo universo. Annabelle: Creation (la precuela de otra precuela) se puede considerar como una de las mejores sorpresas del 2017, dándole esperanzas a otras secuelas/precuelas de su género. No tan solo por la evidente mejoría en la ejecución de la historia sino también por el nuevo elenco, una cinematografía que ayuda a ubicarte en los años en que se desarrolla la historia, la dirección y la composición musical, todo superior a la anterior. Los fanáticos podrán disfrutar de varias referencias del Conjuring-verse durante la película y en una escena post-créditos de una próxima película que está por venir.
Como bono mencionaré que hay dos escenas en que David F. Sandberg utiliza métodos para crear el suspenso puestos en práctica anteriormente en su cortometraje Attic Panic y verlos en la pantalla grande fue una experiencia grata.