Por: Christian Zayas
¿Es la cuarta entrega de la saga de Insidious un fracaso como muchos lo esperaban siendo una película de horror estrenando en el mes de enero, o es una sorpresa digna de ver? Diría que la respuesta a esta pregunta varía dependiendo de tu nivel de fanatismo por la historia y de tus expectativas para esta nueva entrega. Como fan de la historia puedo decir; aunque la película es decente en varios aspectos, tiene ciertos problemas que afectan el disfrute de la misma.
Adam Robitel (The Taking of Deborah Logan) se une a esta franquicia creada originalmente por Leigh Whannell (guionista de los cuatro filmes) y James Wan (director de Insidious e Insidious: Chapter 2) ofreciendo un tono oscuro en el aspecto de la historia aún más que en el aspecto de horror visual de esta película y las anteriores. La historia se enfoca nuevamente en Elise Rainier (Lin Shaye) y sus “sidekicks” Specks (Leigh Whannell) y Tucker (Angus Sampson) quienes deben viajar a Nuevo México para enfrentarse a otro caso embrujado pero esta vez en su antigua casa de su infancia de la cual Elise no tiene buenos recuerdos.
La dirección de Robitel es sin duda algo diferente a la de James Wan y Leigh Whannell pero no llega a ser un factor negativo. Por el contrario, a pesar de tener sus “Jumpscares”, tiene ciertas escenas en que crea un buen suspenso mediante el uso indicado de las tomas de cámara y la música dejando su marca individual en la película.
Lin Shaye es parte de lo mejor de esta película destacando sus dotes actorales nuevamente y cargando gran parte de la misma en sus hombros desde la primera película hasta el filme actual. Ava Kolker y Josh Stewart también sobresalen especialmente durante la escena de introducción del primer acto. En esta echamos un vistazo más a fondo en su infancia y sobre cómo sus habilidades tuvieron un efecto negativo en su relación con su familia mostrándola desde la perspectiva de lo que al principio se le podría considerar como una víctima antes de llegar a ser la heroína que conocemos hoy en día, un factor muy interesante de este filme.
El antagonista Keyface, no es uno muy memorable realmente pero su papel es uno importante en la exploración de algunos detalles presentados anteriormente acerca del “Further” como por ejemplo; como las puertas rojas y así otros eventos ocurridos en los capítulos anteriores.
Dentro de los aspectos negativos es necesario mencionar que el humor en ocasiones puede llegar a sentirse forzado en ciertas escenas haciendo de esto un factor que podría afectar la experiencia de quien está metido en la historia. La falta de exploración de ciertos personajes que se volvieron clave en la historia y un final que a pesar de que se siente perfecto para Insidious: The Last Key parece reciclado de Insidious: Chapter 3.
Sin duda alguna, mientras más películas se han filmado más te das cuenta de que las mejores son las primeras dos. Esta cuarta entrega tiene un concepto interesante que en ocasiones falla por problemas en el guion pero que al final cumple con su cometido el cual es entretener por un rato (y claro, hacer dinero). Claro está, lo mejor sería que dejaran de hacer más películas a menos que tengan algo nuevo que ofrecer o continuar la historia terminada en un mega “Cliffhanger” al final de Insidious Chapter 2.