Por: Emanuelle Santiago
Vuelve la magia a las salas de cine con la película “Fantastic Beasts: The Crimes Of Grindelwald”, la secuela del filme “Fantastic Beasts And Where To Find Them”
donde la magia, los efectos visuales y muchos sub-temas están presentes, creando una sensación agridulce en la audiencia general.
Basada en el libro del 2001, el filme nos lleva al 1927, donde el peligroso mago oscuro Gellet Grindelwald (Johnny Depp) escapa de la custodia mientras era transportado, para luego dedicarse a buscar nuevos seguidores, en una agenda oculta para dominar, tanto el mundo muggle, como el mundo mágico. Tras esta nueva amenaza, un joven Albus Dumbledore (Jude Law) recurre a su exalumno Newt Scamander (Eddie Redmayne) para frustrar los planes de quien, una vez, fue alguien cercano para Dumbledore.
Por paso. Fantastic Beasts nunca frustra en sus mágicos efectos visuales; desde las bestias fantásticas, hasta los encantos mágicos, es un deleite visual para todos (recomendado en formato IMAX). Ambientada en los terrenos de Francia y Londres, “Fantastic Beasts” impresiona en cada plano presente, causando hasta nostalgia al presenciar ambientes muy familiares.
A esto lo complementa la musicalización del filme. El filme se pueden dividir en tonos emocionales, siendo el oscuro y tenebroso el más dominante de la misma (y lo veo muy a favor). En compañía de los coros que infunden respeto y poder, las composiciones musicales fueron exquisitas, creando personajes memorables y escenas memorables en la saga del “Wizarding World”.
Ahora bien, hablemos del filme en sí. La película, con sus 134 minutos de duración, tiene un objetivo; construir la base para los eventos próximos (aún faltan tres películas). El filme sufre la integración de muchos subtemas al mismo tiempo, creando cierta confusión en el público general. Básicamente, los primeros dos actos fueron el escenario para decir ¿Quién es? ¿Qué ocurrió? ¿Quién es quién? ¿Qué paso? Y cuando creías tener una respuesta, otro subtema llega al mismo. Si, los fanáticos de esta saga tendrán un nivel más avanzado para saber lo que está ocurriendo con ciertos aspectos, pero me recuerda el momento en que George Lucas comenzó a producir las precuelas de “Star Wars” y, pues, el resto es historia. Esto es algo relativo ya que, como mencione, hay una línea entre la audiencia en general y los “Potterheads” de sangre pura al consumir este filme. Eso sí, cerramos con un tercer acto poderoso, que solo me resta decir; lo que se aproxima será épico.
‘Fantastic Beasts” es una velada mágica. A pesar de un estructura algo saturada en contenido, es un filme que sea uno de los mejores “build-ups” que se ha visto. “The Crimes Of Grindelwald” continua la historia de una de las mejores sagas de todos los tiempos, llenando nuestros sentidos de magia, a la espera de uno de los enfrentamientos más icónicos en la historia del cine moderno.