Por: Emanuelle Santiago
Luego del gran evento épico llamado Avengers: Endgame, vuelve el arácnido favorito de todos en su nueva aventura Spider-Man: Far From Home, un filme que se desarrolla como una secuela de, tanto Endgame como Homecoming, profundizando en Peter Parker, sus desiciones entre ser un héroe o vivir una vida normal, el legado «forzado» de Tony Stark y nuestro nuevo personaje; Mysterio.
Luego de todo lo sucedido en Avengers Endgame, Peter Parker trata de balancear su vida como Spider-Man y como una persona normal. Con un viaje escolar a Europa, Peter ve esta oportunidad como una para tomarse unas «vacaciones» del arácnido, hasta que se presenta un nuevo personaje, Mysterio, quien, junto con Nick Fury en escena, dice ser de otro «universo» y quien quiere darle fin a los «Elementals». En otras palabras, adiós a las vacaciones.
Mantener una fórmula refrescante, juego de mas de veinte películas, es una tarea difícil en la industria, pero no para el gran titán de Marvel. Desde su inicio, Far From Home reúne nuevamente el «teenage vibe» que conocimos en Spider-Man: Homecoming y de manera efectiva, causando risas de la buena en la sala.
Pero a la vez, tenemos a un Peter Parker cargado de responsabilidades, haciendo frente a la muerte de su mentor (y figura paternal) Tony Stark y asumiendo el rol de ser parte de los héroes más poderosos de la Tierra, por lo que los escritores Chris McKenna y Erik Sommers hacen un buen trabajo en desarrollar estas turbulencias de Parker, personificado por Tom Holland, quien nuevamente hace un excelente trabajo como, tanto Parker como Spider-Man, transfiriendo la aún (y poca) inocencia de adolescencia en el personaje. Fuera de la acción y las aventuras del arácnido, las indecisiones y problemas de Peter Parker entre ambas vidas cae como la temática central del filme, creando en momentos una nostalgia temprana entre nosotros, los fans.
Por otro lado Mysterio, interpretado por Jake Gyllenhaal, es uno de los aciertos más grandes de la película. Mostrando sus grandes «poderes» (el que sabe, sabe) en la pantalla, Quentin Beck se convierte, al instante, en uno de los mejores personajes que ha pasado por toda la trayectoria de Spider-Man en la pantalla grande. Por otro lado, Jake nos regala una buena ejecución en el personaje, acompañado por un buen origen que le hace justicia al original.
Todo esto se ambienta con una escenografía hermosas y, de la mano del director Jon Watts (Spider-Man: Homecoming) y sus grandes efectos visuales, algo normal de Marvel, logran producir de las mejores secuencias de pelea que ha tenido Spider-Man en el cine (si eres fan de los cómics, saldrás con los pelos de punta).
Definitivamente Spider-Man: Homecoming es la continuación de una gran campaña que continúa haciendo Marvel en la pantalla grande, trayendo uno de los mejores momentos de Spidey en la pantalla grande. Una gran película de acción, pero llena de corazón.