Por: Emanuelle Santiago
Era cerca del mediodía y, mientras caminábamos por Downtown Tampa, íbamos con paso ligero, pues nos estipulamos en estar a las nueve de la mañana, pero Morfeo nos arropó de manera masiva. Mientras llegábamos al centro de convenciones de Tampa, veíamos en pleno cruce a dos Power Rangers y algunos personajes del anime «Boku No Hero Academia» que iban a nuestro mismo destino; el “Tampa Bay Megacon”.
Con una sed galáctica y calor de desierto, aterrizamos al evento, rodeados por “cosplayers” y fanáticos de este grandioso mundo de la cultura popular. Allí, luego de pasar por seguridad, eran los exhibidores y artistas locales lo primero que percatabas. Ocupando el tercer piso del centro, el lugar era adornado por camisas, videojuegos, cuadros tridimensionales, exhibidores de direfentes marcas, en fin, un espacio perfecto para adquirir tu mercancía favorita. Luego de pasar por los apretados pasillos de los famosos “vendors”, nos topamos con la parte de atrás de ese piso; los artistas y cosplayers famosos. Debo señalar que, a pesar de cantidad inmensa de exhibidores y vendedores, todo se colocó a tal manera que había espacio en los laterales del piso, ideal para poder descansar, comer e, inclusive, hacer fila para los ‘Photo-ops” y autógrafos de los artistas, siendo Jason David Frank y Jeffrey Dean Morgan los actores de más impacto.
Caminando junto a Osvaldo “Ozie” Cortés, observamos cómo la gente de Tampa admiraba y apoyaba a sus artistas locales. Comics independientes, cosplayers, artistas del tatuaje y más, fueron recibidos por sus fanáticos y curiosos en el piso. Esto fue algo que, en lo personal, es digno de admirar y emular.
Ya bajando al primer nivel, no sin antes comernos unos helados con soda de dieta (tremenda combinación) vimos el “fandom” en su máxima expresión. Mientras bajábamos las escaleras eléctricas (muy vago para las regulares), observamos como los diferentes fanáticos encarnaban sus personajes favoritos, lucían cosplays de altura, se dibertían y emanaban una energía que se dispersaba por todo el nivel. Y es que ese es el punto de este y todos los eventos celebrando la cultura popular; el espacio ausente durante mucho tiempo en donde compartes, vives y expulsas el “geek” interior, independientemente tus preferencias o a que seas fan. A la misma vez, en el mismo nivel, diferentes Q&A y actividades se celebraban simultáneamente, dando al fan algo que hacer en todo momento.
En fin, el Tampa Bay MegaCon fue un evento de altura, dando al fanático una experiencia completa, bajo una logística y un sistema organizado. La energía distribuida en el MegaCon era explosiva y positiva, dejando el temor a un lado y compartiendo con otras personas de la misma línea, como si fueras un “pana” de mucho tiempo. Siempre digo que el propósito y la armonía de cualquier producción se ven en el trabajo final y, en esta ocasión, fue una producción de primera. Al final del día, solo quedaban los remanentes de estos dos caballeros, pero con la satisfacción y el pensamiento de que este viaje, el trabajo y el cansancio “valió la pena”.